Por Btxo
De acuerdo con la información que se filtró el día de hoy,
New Order, el combo renacido de las cenizas de un Joy Division desembarazado de
Ian Curtis y ávido de seguir produciendo, presentará nuevo disco en septiembre
próximo.
La pregunta no es a qué sonará esta nueva entrega sino si
servirá de algo que una de las agrupaciones más representativas del movimiento
electrónico post punk se atreva en una época en la que la música adolece de
sentido.
En cuanto a frescura musical, atrapando la melodía y
salvaguardando la finura y la clase, solamente algunos DJ’s y productores de
electronic dance music han mantenido la esencia en cierto nivel porque el rock,
hablando de manera general, se ha ubicado en un lugar común que no exige mucha
sapiencia toda vez que el público ha perdido el interés por la vanguardia.
No obstante, parecería saludable que New Order se ubique
como el ariete de una nueva avanzada de bandas clásicas que venga a poner orden
a nivel comercial.
Lo que podría parecer un problema para los “puristas” es que
la esencia de New Order se ubica en la manutención de un sonido elemental que
alberga mayor emoción que los patéticos intentos de otras bandas por sonar
vanguardistas.
Habrá que esperar. Recordemos que el nuevo intento de Pink
Floyd se quedó más como una sorpresa que como un muestrario de nuevas
florituras, aunque los orders tienen una
ventaja, y es que la pretensión en ellos no es tan palpable a pesar de que Tom
Rowlands se lance como productor de un par de tracks.
Quién sabe. Quizás hablamos del punto y aparte para que de
una vez por todas se dejen de lado el 4x4 y los guitarrazos como propuesta
anquilosada y entendamos que el auge de la música electrónica es únicamente la
consecución de la vanguardia y la razón.
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